viernes, 9 de marzo de 2012

FRIKANDO DE FLORA POR PICOS DE EUROPA


Linaria triornithophora.


Hace tiempo que tenía pendiente hacer una entrada sobre la flora de Picos, pues el verano pasado, dediqué una parte de mi tiempo en el voluntariado en Picos de Europa sobre aves alpinas, a ampliar mis conocimientos sobre la flora de estos macizos montañosos.
Pues bien, para empezar, diré que en el último catálogo florístico del Parque Nacional de Picos de Europa editado hace pocos meses, se han registrado un total de 1395 taxones a nivel específico, un número nada despreciable y que se debe en gran mediada a su bioclimatología, la cercanía del mar cantábrico por el norte, que actúa amortiguando la temperatura y favoreciendo la existencia de microclimas benignos para especies menos resistentes al frío, mientras que la altitud de las zonas internas de los macizos hace que se desarrollen plantas mucho más especialistas para estos lugares en los que la nieve se mantiene durante varios meses al año. El rango altitudinal de los Picos de Europa va desde los 70 m de altitud en el desfiladero de la Hermida, hasta los 2648 m en Torrecerredo, lo que da lugar a 5 termotipos o pisos bioclimáticos, que son responsables en gran medida a su gran diversidad de flora.

Así en los pisos de vegetación termocolino y colino, las formaciones forestales óptimas que podemos encontrar, son los bosques de Quercus robur sobre suelos silíceos y de Quercus ilex subsp. ballota en la vertiente sur.
A las carballedas, o formaciones de Quercus robur, encontramos asociados especies como el castaño (Castanea sativa) o el arraclán (Rhamnus frangula).
En el sotobosque de los encinares, encontramos especies como la zarzaparrilla (Smilax aspera), Cephalanthera longifolia, el madroño (Arbutus unedo), Juniperus oxicedrus o el jazmín (Jasminum fruticans)

Arbutus unedo, Madroño.
Jazmín (Jasminum fruticans)

En este piso colino, también encontramos prados de siega, que son el resultado de la degradación de matorrales. En ellos, con especies como el Trifolium repens, Trifolium pratense, y multitud de especies de gramíneas, podemos encontrarnos bellas especies como la Gymnadenia conopsea, Serapias lingua, Platanthera bifolia, Ophrys apiferaAquilegia vulgaris, o la parásita cresta de gallo (Rhinanthus minor)

Ophrys apifera



Gymnadenia conopsea


Serapias lingua



Platanthera bifolia

Aquileguia vulgaris

Otro tipo de vegetación que encontramos en el piso colino, son las comunidades de roquedo, en las cuales encontramos especies adaptadas a condiciones extremas, con suelos empobrecidos, a los que en unos casos se suma la escasez de agua, como en el caso de especies como Erinus alpinus, Antirrhinum braun-blanqueti, Centranthus ruber, Cymbalaria muralis, o Ceterach officinarum….y en otros casos con aporte de agua contínuo,  como en el caso del culantrillo (Adiantum capillus-veneris), o la grasilla (Pinguicula grandiflora)


Erinus alpinus



Antirrhinum braun-blanqueti

Centranthus ruber

Ceterach officinarum


Culantrillo (Adiantum capillus-veneris)

Grasilla (Pinguicula grandiflora)

Otras especies como el endemismo ibérico, Iberis carnosa, formarían parte de otras comunidades del piso colino, en este caso, del pedregal.



Iberis carnosa

Continuando altitudinalmente, llegamos al piso de vegetación montano. En él, podemos encontrar bosques de arecha (Quercus petraea), rebollares (Q. pyreanaica), quejigares (Q. faginea) o abedulares (Betula alba), pero los que dominan por excelencia en el piso de vegetación montano en Picos de Europa, son los hayedos. Especies que encontramos asociadas a éstos, son por ejemplo el helecho macho (Dryopteris filix-mas), el avellano (Corylus avellana), el  arándano (Vaccinium myrtillus), Helleborus viridis, la Hepatica nobilis, saprófitas como la orquídea Neottia nidus-avis, o la parásita Pyrola minor.
Arecha (Quercus petraea)

Quercus pyrenaica

Vaccinium myrtillus


Hepatica nobilis


Neottia nidus-avis


Pyrola minor.


En cuanto a formaciones arbustivas en el piso montano, encontramos principalmente el agracejo (Berberis vulgaris) y el Rhamnus alpinus, así como especies formadoras de piornales.


Agracejo (Berberis vulgaris)


Rhamnus alpinus


Como matorral rastrero, destaca la Genista legionensis, endemismo de Picos de Europa, muy abundante sobre todo en la parte leonesa. A estos matorrales se asocian otras especies como la Glandora diffusa, Globularia nudicaulis, Linum  suffruticosum, Sideritis hyssopifolia, Thymelaea ruizii o el Teucrium pyrenaicum.


Genista legionensis



Glandora diffusa

Globularia nudicaulis


Linum  suffruticosum.

Sideritis hyssopifolia

Thymelaea ruizii

Teucrium pyrenaicum.

Para terminar con este piso, también destacan los brezales, resultado de suelos silíceos empobrecidos, destacando especies como la Calluna vulgaris, Daboecia cantabrica, Erica cinerea, E. vagans o leguminosas como la Genista tridentata.


Calluna vulgaris


Daboecia cantabrica

Erica cinerea

Erica vagans.

Genista tridentata.



Y llegamos a los pisos de vegatación más elevados, el subalpino y el alpino, donde las condiciones climáticas extremas de viento, temperatura y radiación, dan lugar a una vegetación cuya formación vegetal climax sería la compuesta por arbustos, como el enebro rastrero (Juniperus communis), la gayuba (Arctostaphyllos uva-ursi) o la Rosa pendulina.

Enebro rastrero (Juniperus communis)
 

Gayuba (Arctostaphyllos uva-ursi)

Rosa pendulina.

 
Por otro lado, en este rango altitudinal,  encontramos también los prados subalpinos. Los más característicos son los cervunales, compuestos principalmente por cervuno (Nardus stricta), y acompañados por otra gran variedad de gramíneas como el Phleum alpinum o la Poa alpina, y otras muchas acompañantes como la Polygala edmundi, Trifolium pratense, Jasione laevis, Euphrasia hirtella o la Hieracium pilosella.

Cervuno (Nardus stricta)


Phleum alpinum.


Jasione laevis


Euphrasia hirtella


Vellosilla (Hieracium pilosella)


Otros prados subalpinos, serían los prados pedregosos, con especies como el Thymus praecox o el Helianthemum apeninnum.

Thymus praecox
Helianthemum apenninum subsp. urrielense
Las comunidades megafórbicas compuestas por herbáceas exuberantes, que encontramos también en este piso, se desarrollan bajo unas condiciones especiales de humedad y humbría, y suelen estar bastante localizados. Ejemplos de especies que crecen en estas comunidades, son el Aconitum vulparia, el eleboro blanco (Veratrum album) o el no me olvides (Myotis alpestris)

Aconitum vulparia.

No me olvides (Myotis alpestris)


También aquí, encontramos comunidades higrófilas en arroyos o charcas alpinas, como ejemplo, la Caltha palustris, el Potamogeton natans, u otras de márgenes como el Epilobium alsinifolium.

Caltha palustris.


Potamogeton natans.


Epilobium alsinifolium.



Otras especies que aparecen en prados más alpinos, son el Oxitropis pyrenaica, Arenaria purpurascens, el Silene acaulis, Androsace villosa o el Jurinea humilis.

Oxitropis pyrenaica

Arenaria purpurascens

Silene acaulis.

Androsace villosa

Jurinea humilis.

 
Para terminar, especies de nevero, como la Poa alpina, o la Armeria cantabrica, las comunidades de roquedo, con especies como la Potentilla nivalis o la Campanula arvatica y comunidades de pedregal, con representantes como el Crepis pygmaea , Sedum atratum, la Vicia pyrenaica o la bella Linaria alpina, terminan de conformar las principales comunidades botánicas del piso alpino.


Poa alpina.


Armeria cantabrica.


Potentilla nivalis.

Campanula arvatica.

Crepis pygmaea.


Sedum atratum.

Vicia pyrenaica.


Linaria alpina.