jueves, 21 de julio de 2016

¡Nos vamos de saladares!


Para estrenar el esperado calor del mes de julio del centro peninsular, qué mejor lugar, que ir a los saladares del sureste madrileño, allá donde no existen las sombras, el agua es escasa y las tierras son salinas.
Convocada la excursión por los compañeros de ARBA Bajo Jarama, nos juntamos en el pueblo de Villaconejos.
La primera visita, fue a la fuente de Villacabras, por cuyo peculiar barranco discurre la famosa agua de Carabaña, tradicionalmente usada como mineromedicinal, por sus propiedades salinas, sulfuradas y sulfatado-sódicas, que la confieren una estupenda actividad purgante.... también se dice que a nivel tópico  se comporta como drenadora, antiseborreica y que mejora la circulación periférica.

Barranco de Villacabras (Villaconejos)

Algunas plantas que encontramos en este barranco de aguas mineromedicinales, fuera de la escasa y peculiar flora que nos esperaba en las zonas más salinas y secas, eran algunas plantas usadas históricamente en medicina popular, o incluso que se siguen usando hoy en día, como el Lepidium latifolium ,usado como antiséptico, tónico digestivo y diurético, la olivarda (Dittrichia viscosa), usada como antiséptica y antihelmíntica en infuso, o el  Opopanax chironium, cuya raíz se usa como estimulante hepato-renal. El conocido malvavisco (Althea officinalis) que debido a su contenido en mucílagos, se utiliza para procesos inflamatorios de la mucosa digestiva, mucosa respiratoria y de las vias urogenitales, así como en el tratamiento de eccemas o quemaduras en vía tópica. Otra planta de uso medicinal, pero conocida sobretodo por el uso de la raiz en la industria textil para teñir de rojo, es la introducida y naturalizada, Rubia tinctorum. También usada en infecciones de las vias urinarias, durante cuyos tratamientos, la orina se coloreaba de rojo.


Y siguiendo con las plantas usadas para teñir, nos encontramos la tornasol (Chrozophora tinctoria) de la que se saca un jugo lechoso y colorante, el llamado tornasol, que puede ser azul o rojo, según predomine la alcalinidad (azul) o la acidez (rojo) lo que hace que se use como indicador del pH. Además, fue muy empleado para teñir tejidos lana y seda y en la industria alimentaria como colorante.

Lepidium latifolium. Barranco de Villacabras


Rubia tinctoria. Barranco de Villacabras


Chrozophora tinctoria. Villaconejos


Pamplinas a parte, y fuera de la etnobotánica, encontramos en este fresco barranco, la pamplina de agua (Samolus valerandi), entre otras.

Pamplina de agua (Samolus valerandi) Barranco de Villacabras


La segunda parada fue en la Laguna de las Esteras, en Colmenar de Oreja,  la cual se encuentra en el  Catálogo de Embalses y Humedales protegidos de la Comunidad de Madrid , con 5,71 ha. protegidas. 


Laguna de las Esteras, Colmenar de Oreja

 
Comenzamos el recorrido en la zona periférica de la laguna, con la presencia del albardinal (Lygeum spartum), con matas dispersas de Suaeda vera, planta formadora de almarjales, indicadoras de salinidad y pHs alcalinos. Introduciéndonos hacia dentro de la laguna, empiezan a aparecer las sapinas (Arthrocnemum macrostachyum), y en los márgenes de la zona más profunda, las comunidades de anuales halófilas como Suaeda splendensSalicornia ramosissima o la escasa salicornia coraloide (Microcnemun coralloides) llamada así  por su semejanza a los corales marinos.  También formando parte del pastizal, encontramos la  Frankenia pulverulenta, bastante pasadaHordeum marinum o el Lepidum cardamines.

Rodeando la laguna, en su zona sur, encontramos el tarayal de Tamarix canariensis, uno de los pocos arbustos a cuya sombra podrán cobijarse los que empiezan a desfallecer por la insolación.

Suaeda splendens. Laguna de las Esteras




Salicornia ramossisima. Laguna de las Esteras

Suaeda vera. Laguna de las Esteras


Sapina (Arthrocnemum macrostachyum). Laguna de las esteras


Salicornia coraloide (Microcnemun coralloides) Laguna de las Esteras


Frankenia pulverulenta. Laguna de las Esteras


Lepidum cardamines. Laguna de las esteras.

Continuamos ruta, y la siguiente parada es el Carrizal de Villamejor, en Aranjuez, otro de los humedales protegidos y catalogados de la Comunidad, con 36,47 ha,  incluyéndose dentro de la  ZEPA Carrizales y Sotos de Aranjuez y en el LIC, Vegas, cuestas y páramos del Sureste….tres figuras de protección que tristemente no sirven para proteger el único y auténtico sapinar de Arthrocnemum macrostachyum de la Comunidad.


Sapinar (Arthrocnemum macrostachyum). Carrizal de Villamejor
Seguimos ruta y nos introducimos en la provincia vecina, en la llamada Sagra toledana. Allí encontramos un tarayal de Tamarix boveana de reciente colonización, con algún Tamarix canariensis, y rodeado de un pastizal salino de Juncus maritimus, el orzagal (Atriplex halimus), y el almarjal, con Suaedas y Salicornias




Tarayal de Tamarix boveana. Borox (Toledo)


Tras una parada para reponer sales y líquidos perdidos, intentamos encontrar la escasa y rara Sarcocornia perennis ssp. alpini, que nos va dando esquinazo, camino tras camino, hasta que a la undécima intentona, conseguimos dar con ella….por fin podremos conciliar el sueño esta noche 


Sarcocornia perennis ssp. alpini. Añover de Tajo

Y esto fue todo, en un día marcado por el calor, la deshidratación y la salinidad, en compañia de unos cuantos locos de las plantujas y otros seres.

Grupo de inconscientes, que nos juntamos a saladear en pleno mes de julio