martes, 31 de mayo de 2011

MAYO: GRAELLSIAS PARA NUESTRAS MONTAÑAS


Actias isabelae. Cercedilla (Madrid)

Hoy voy a hablar de la mariposa isabelina, o graellsia como más comúnmente se la conoce en el mundillo naturalista. Este último nombre se le da por su antiguo nombre científico, Graellsia isabelae, que tiene su origen en su descubridor, Mariano de la Paz Graells, pero que posteriormente se ha cambiado a Actias isabelae.

Este lepidóptero nocturno de la familia de los satúrnidos, es un endemismo ibérico que se distribuye por los sistemas montañosos ibéricos y con un par de poblaciones francesas procedentes de repoblaciones de pinos procedentes de España. Pero sin lugar a duda, por lo que destaca, no es por su endemicidad o su corta vida como adulto, sino por ser uno de los lepidópteros europeos de mayor belleza y de mayor tamaño.

Como mariposa, es decir, como imago, solamente la podemos encontrar en los meses de mayo y junio, pues la vida como adulto es de unos 8 días durante los cuales no se alimenta, sino que vive de las reservas energéticas acumuladas en los estadíos anteriores. Tras la cópula inducida por las feromonas femeninas, la hembra pone los huevos sobre las ramillas de su planta nutricia, los pinos de ciertas especies, Pinus sylvestris, Pinus nigra y Pinus uncinata.

Entre los 20 y 30 días nacen las larvas, que según vayan sufriendo diferentes mudas pasarán por distintas coloraciones como oruga. Al nacer son negras, más tarde gris-marrón y terminan siendo de color verde con puntos blancos.



Oruga de Actias isabelae. Parque natural de Cadí-Mixeró 

En su último estadío como orugas, bajan al suelo para crisalidar entre el musgo y la hojarasca y pasar así el otoño y el invierno hasta la primavera siguiente de donde emergerá una preciosa mariposa que vivirá tan solo 8 días.

Las fotos que adjunto como imago, pude hacerlas por fin, el pasado fin de semana en la sierra de Madrid tras varios intentos anteriores de dar con ellas, pese q que ya las había disfrutado como orugas en Pirineos años anteriores. Y es que en algunas ocasiones, esta mariposa puede llegar a pasar como crisálida hasta su segunda primavera, habiendo años que por razones no bien conocidas, no dejan mostrar su belleza en la primavera tardía.



Actias isabelae. Sierra de Madrid

1 comentario:

  1. Que suerte poder verla,yo he estado hasta por pinollano, donde tiene una placa conmemorativa y no ha llegado a verla, espero que no tarde el poder disfrutarla. Un saludo

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