Una mirla guerrera

Ayer cuando volvía del trabajo para comer, me encontré con una parejita de mirlos que andaban en la ventana de mi cocina. Mientras comía se venía acercando la hembra de vez en cuando, pero fue cuando me fui al salón al ordenador, cuando empecé a oír continuos golpes contra la ventana. Me asomé y efectivamente, era la mirla aporreando mi ventana. Estuve 2 horas asomándome de vez en cuando, y la mirla no paraba en su empeño. De vez en cuando paraba sobre los barrotes de la ventana y comenzaba a mirarse, agachaba y levantaba la cabeza, parecía no entender porqué esa otra mirla (su reflejo en la ventana) parecía imitarla continuamente. A picotazo limpio siguió hasta que me marché de nuevo a trabajar.

Hoy me he despertado y ahí estaba de nuevo, mamporreando la ventana. En lugar de tomarme el desayuno, he montado la tienda de campaña en la cocina y ahí me he metido, con una pequeña apertura en la cremallera para grabar a pulso de compacta una muestra de las andanzas de esta mirla durante los últimos dos días….¿Cuando se cansará?....

Pasan las horas y la mirla sigue ahí a picotazo limpio, pero con una diferencia, ahora le da lo mismo que me acerque a un metro de la ventana, no se asusta, está tan cegada que el resto le da igual....Y el pobre macho posado en una parra y observándola, parece leérsele en la mirada lo mismo que se me pasa a mi por la cabeza...¿pero no se cansa?