La bonuca de Odón: NARCISOS....UN BELLO ANUNCIO DE LA PRIMAVERA

Según la mitología griega, estas bellas flores, tienen su origen en Narciso, un joven de gran belleza. Según la leyenda, tanto doncellas como muchachos se enamoraban de Narciso a causa de su hermosura, mas él rechazaba sus insinuaciones. Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, a la cual Narciso rechazó cruelmente, por lo que la ninfa, se ocultó desolada en una cueva y allí se fue consumiendo hasta que sólo quedó su voz. Para castigar a Narciso, Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en una fuente. Finalmente acabó arrojándose a las aguas incapaz de alejarse de su propia imagen. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso.

A nivel botánico, los narcisos, género Narcissus, pertenecen a la familia Amaryllidaceae originarios de la cuenca mediterránea, extendiéndose hoy en día al resto de Europa y Asia. Son especies bulbosas, la mayoría de floración primaveral, aunque algunas especies son de floración otoñal.

Su nombre deriva de la palabra griega narkào (= narcótico) y se refiere al olor penetrante y embriagante de las flores de algunas especies.

Los narcisos, como es bien conocido, se cultivan desde muy antiguo, siendo esta práctica habitual en tiempos de los egipcios. Hoy en día es uno de los géneros más importantes en horticultura.

Pues bien, en la Península, podemos encontrar gran cantidad de especies de narcisos, alrededor de 30 o 35 según autores.

A continuación, algunas fotos de diversos narcisos que he fotografiado por el centro y norte peninsular. Aún tengo pendiente ir a ver las especies sureñas, entre las que destacan las de floración otoñal, como el Narcissus cavanillesii, el N. serotinus o el N. viridiflorus. Sin embargo, la mayoría de especies son de floración primaveral temprana, empezando a florecer en enero o febrero, por lo que muchas de estas flores nos indican que la primavera se acerca, y a mi por lo menos, me alegran el final del invierno.